A veces en la vida necesitamos que alguien nos dé un golpe de realidad y nos abra los ojos.
Esta semana, un buen amigo me abrió los ojos respecto a algo que me venía haciendo mal durante los últimos meses y no era capaz de ver o quitarme de encima. Te estarás preguntando de qué estoy hablándote exactamente. Pues bien, te hablo del uso de las redes como escritora.
Hace algo más de un año decidí tomarme en serio el uso de las redes, sobre todo, Instagram, por el hecho de ser un gran escaparate. Me lo puse como una responsabilidad, a pesar de que aborrezco las redes sociales en general y, como persona disciplinada que soy, empecé a invertir tiempo en descubrir cómo hacer que funcionara mejor, llegar a más público, cómo mantener el feed de forma que a los seguidores les gustara y un sin fin más de cosas que día a día lo único que me traía, realmente, era agotamiento, frustración y agobio, por no hablar del tiempo que me ha robado…
Instagram y su maldito algoritmo me habían atrapado y yo no sabía qué estaba pasando. Sin embargo, en este último año he tenido más bloqueos creativos que nunca antes en mi vida. Llega un punto en el que te ves saturada por el molde del feed, por la imagen de marca y por el contenido que crees que debes ofrecer. Yo llevo meses agotada de verme «obligada» a estar creando contenido varias veces a la semana, pero, ¿para qué, realmente?
Puedo decir que el propósito que era llegar a más público y, por ende, conseguir que más gente conozca lo que hago, que me lea y le guste lo que hago se cumple, pero ¿merece la pena? Pues si eres escritor y me estás leyendo, lo mismo no te merece la pena invertir tanto tiempo en algo por llegar a unos cientos de personas más. De hecho, nada te asegura que llegar a más público se traduzca, necesariamente, en más ventas.
¿Te estoy diciendo que dejes de usar redes? No, jamás te diría eso.
De hecho yo no voy a dejar de usarlas, más bien, voy a dejar de hacer algo que no me gusta y empezar a hacer lo que me gusta. Lo único que quiero transmitir es cómo de nocivo ha sido para mi creatividad empeñarme en seguir las reglas y los moldes de las redes. A partir de ahora, yo me lo voy a tomar de otra forma. Voy a seguir creando, pero voy a dejar de lado el molde que me hace daño y voy a cambiar mi camino.
A mí lo que más feliz me hace en la vida es escribir, por ello he decidido que el siguiente paso a tomar es escribir de temas que me importan, que me hacen sentir feliz o triste, incluso, de las cosas que me indignan en el día a día. No quiero seguir intentado llevar las redes como un lugar en el que hacer «propaganda» , por llamarlo de algún modo, de mi escritura. Lo que pretendo es que sepas quien soy y cómo escribo y siento realmente en el día a día, poder compartir series que esté viendo, películas que me fascinen, momentos que me quiten el aliento y cómo todo ello me hace sentir.
Yo no puedo crear con tantos límites y tantas ataduras. De hecho, mi creatividad nace de la libertad, así que me he deshecho de ellas para que disfrutemos juntxs.
Espero no haberte aburrido con mi reflexión de viernes
Gracias, siempre, por acompañarme 💙
Las redes sociales pueden hacer mucho daño, haces muy bien en no dejar que te controle ninguna app!!
Muchas gracias por tus palabras 🥰
A mi ya no me van a coartar más las redes.
¡Te entiendo! Yo tambien me he sentido como tú, yo me las he quitado un tiempo…
Pero estoy deseando leer lo que vayas compartiendo a partir de ahora
¡Mil gracias! 🥰
Las pausas, a veces, ayudan a volver con fuerza.
En mi caso es que ya no encontraba la forma de tener fuerzas de nuevo para volver.
Hola Fátima! Me gusta como piensas y sobre todo porque has tenido la lucidez de pararte a pensar y a cambiar algo que te estaba, de alguna manera, esclavizando. Creo que eso le pasa a una mayoría de los que estamos en Instagram. Yo dejé fbook por las mismas razones, aunque lo que más me desagradaba eran esas discusiones vacías que querían sólo destacar el ego de los que participantes sin aportar nada nuevo ni interesante. Mucho comadreo y un enganche que no me aportaba nada.
Instagram es, al menos, un escaparate que hay que saber utilizar, si es que queremos «vender» o «vendernos». De momento he logrado poco en ese sentido, pero estoy conociendo un sinfín de artistas pintores, escultores, fotógrafos.. y escritores magnificos de los que se aprende mucho, sin contar los encuentros con personas extraordinarias que hoy en día son amigas. De hecho, si no llega a ser por estas personas, jamás habría pensado que mi libro, escrito hacía ya 14 años, merecía la pena de ser publicado. Me dio alas para seguir. Por eso, aunque baje un poco mi ritmo, seguiré en Instagram.
Un abrazo y hasta la próxima 😊😘
¡Hola, Marián!
Siempre es una alegría verte por aquí 🥰
Al igual que tú, yo lo que he decidido es bajarme el ritmo, no me voy a quitar la app ni nada tan extremo, pero sí voy a usarla de otra forma.
Voy a centrarme en lo que me gusta y en enseñar lo que de verdad quiero enseñar sobre mi vida, mis sentimientos, etc.
Instagram es un escaparate, pero también un lugar de encuentro y eso me parece magnifico porque es donde he dado con personas como tú 🥰
Un abrazo